lunes, 25 de septiembre de 2017

Capitulo 2: "Un lugar mágico."

Capitulo 2
Un lugar mágico


Cuando dije que en mi casita de muñecas sólo había una cama, una regadera y un retrete para nada estaba exagerando. ¡Ni luz tenía! Pero realmente no me importaba porque todo eso era mio, producto de haber trabajado desde adolescente sin gastar un solo peso con tal de ver mis sueños echos realidad.


¿Y saben que? Valía la pena porque esté lugar era mágico de alguna manera. Me gustaban las historias que contaban los pobladores, como la del unicornio negro que aparecía en uno de los lagos a altas horas de la noche. No importaba que sólo fueran leyendas, me gustaba creerlas. 

Y no sólo Isla paradiso como isla me parecía especial sino también la gente que la habitaba, fuera oriunda o no del lugar. 

La isla era demasiado grande como para recorrerla en un sólo día así que a diario elegia un lugar y lo visitaba. 

El día en que elegí una de las playas me sorprendió ver a una chica escondida entre los arbustos cercanos a ella. 



No se que me pareció más extraño, si la manera en que se escondía entre el follaje o que traía puesto un gorro con aquellas  temperaturas tan altas. 

-Hola- era tan extraña que no dude en acercarme, sin duda se trataba de alguien interesante -¿Se puede saber que es lo que estas haciendo?- 

La chica volteo a verme con una gran sonrisa y susurro: -Espero a las sirenas.- 

-¿Las sirenas?- pregunté con algo de sorpresa. 

-Sí.- la chica salio de los arbustos quitandose algunas hojas que se le pegaron al sombrero. -Mi abuela solía decir que en la isla había sirenas y que incluso ella fue amiga de una de ellas hasta el día en que se pelearon por el mismo hombre. Quizás sean mentiras producidas por una mente senil pero como me he quedado sin trabajo ultimamente paso las mañanas en las playas a ver si logro ver una.-

-¿Has tenido exito?-

Ella negó y rió. Continuamos conversando por un largo rato, su nombre es Salustia Leaños y era una chica que no sólo tenía el nombre raro pero también era muy agradable. Después de un rato de risas tuvimos que despedirnos ya que según me dijo tenía una entrevista de trabajo, le deseé suerte y se fue.



Creí que me había quedado sola pero cuando ella se iba cierto rubio iba llegando en compañía de un chico moreno. Harley me presento a su mejor amigo Rajan Patel que era el chico con el que había vacacionado y a la vez había decidido mudarse en la isla. 

Ya que estábamos ahí decidimos disfrutar del clima cálido haciendo una pequeña fiesta.


A los pocos días de estar en Isla Paradiso me di cuenta de que todo el mundo cargaba con sus trajes de baño para todos lados así que nos lo pusimos y fuimos directo al agua.



El agua era tan clara como en cada una de las playas de Isla Paradiso y estaba en su punto. Los tres lanzamos ruiditos de satisfacción cuando entramos en el mar. 



Cualquiera, después de visitar la isla, entendería porque Harley, Rajan y yo habíamos tomado la loca decisión de abandonar todo con tal de vivir aquí. Era simplemente bella y no sólo la isla, sino también su gente.



Después de jugar y nadar un rato en el agua salí para preparar unos hot-dogs ya que hacía hambre.



Rajan se quedo en el agua pero Harley decidió salir del agua para tenderse un rato al sol mientras yo terminaba. 

-¡Muero de hambre!- exprese mientras el aroma de las salchichas llegaba a mi nariz -Hubiera traído algo de comer ya preparado, pero todavía no me compro una estufa.- 

-¿Y ya tienes empleo?- Rajan escuchaba lo que decía desde la orilla donde chapoteaba.

-No.- me hundí levemente de hombros. -Hay muchos anuncios pero la verdad aún no se que hacer. Estoy tan enamorada de la isla que no quisiera que un trabajo me quitara mi tiempo y no pudiera disfrutar de ella.- sonreí -Pero no crean que no estoy haciendo nada, he logrado avanzar un poco en la pesca y vendo todo lo que consigo en la tienda. Si sigo como hasta ahora podré ampliar un poco mi casita de muñecas y por fin tener una cocina porque ahora mismo no creo que quepa.- reí y los chicos también.

-Entonces creo que deberías continuar así e inscribirte como autónoma en el ayuntamiento.- pregunto Harley mientras ojeaba su libro.-

-¿Autonoma?- pregunté 

-Si.- continuo Rajan -Aquí puedes ser pescadora independiente y vender tus pescados siempre y cuando tengas permiso del ayuntamiento, si te atrapan haciendolo sin permiso podrían multarte.-

-¿De... de veras?- trague saliva algo asustada porque yo había estado vendiendo mi mercancía sin permiso -¿Y... y es muy difícil sacar ese permiso?

-No.- dijo Harley con una sonrisa tranquilizadora - Solo vas, lo pides y llenas un formulario. ¡Super rápido! Y no te preocupes, nosotros no diremos nada de tus actos ilegales ¿Verdad Rajan?- el rubio me guiño un ojo y yo me sonroje un poco.

-Bueno yo depende.- dijo pensativo el hombre moreno -Si tus Hot-dogs están buenos cerrare la boca hasta mi tumba.- 

Los tres reímos. 



No se si era el hambre o que, pero esos hot-dogs me quedaron deliciosos. 

Aquella fue una buena tarde. 

Cuando el sol comenzaba a ocultarse yo solía ir al centro de la Isla, cada vez que iba me daba cuenta de cuanto me había acostumbrado al lugar y sus establecimientos. Ya casi me sabía de memoria donde estaba cada tienda.



Solía terminar mis días en la plaza principal donde me detenía a oler y recoger las flores raras que ahí se daban ya que según me habían comentado algunas eran raras y podían darme algo de dinero a cambio de ellas. 

*~*


Al día siguiente, después de aquella pequeña fiesta improvisada entre Rajan, Harley y yo me dirigí al ayuntamiento. 

Me lo pensé toda la noche y llegué a la conclusión que ser pescadora independiente me vendría como anillo al dedo. Me gustaba pescar ¿Qué mejor que tener un trabajo que te gustará?


Pero antes de ello me pase a la plaza principal que estaba justo enfrente del ayuntamiento para comprar algo de comer en uno de los puestos del festival de verano.


Me hacía mucha falta una cocina, necesitaba echarle ganas para poder ampliar mi casita de muñecas y tener una.


Después de disfrutar de mis Alitas de pollo y con un nudo en el estomago pues tenía miedo de que se hubieran dado cuenta de que estaba rompiendo sus leyes, me dirigí al ayuntamiento.


El proceso fue tan rápido como dijo Harley, en un dos pos tres me convertí en pescadora autónoma. Y no sólo esa era la buena noticia ya que el ayuntamiento me pagaría una cantidad simbólica por semana por haber sacado el permiso, era su manera de agradecer que apoyáramos las normas de su comunidad y ayudáramos a detectar el mercado negro.


Mi siguiente parada fue el hospital, tenía días estornudando. Primero pensé que había pescado un resfriado pero no tenía mayores sintomas que los estornudos así que lo mejor era consultar. 

Tenía alergia, solo basto un piquetito para detener aquellos molestos estornudos. Me dijierón que lo mejor era alejarme de las flores que recolectaba ya que solían despertar alergias en los sims aún cuando estas nunca las hubierán tenido. 

Iba a ser algo difícil de seguir, aquellas flores representaban un gran ingreso para mi. 


Tras la vacuna decidí llamar a Salustia, me había dicho que tenía una entrevista de trabajo tras una larga temporada de no tener ni una y me había quedado el pendiente de si le habían dado o no el trabajo. 

-¿De verdad?- mi llamada no le sorprendió en absoluto y en cuanto le pregunte por lo de la entrevista ella me dijo que lo había logrado, tenía el trabajo. -¡Esto merece una pequeña celebración!- exclamé emocionada y feliz por ella -¿Qué tal si nos vemos en el lago alto?- ella acepto. 


Acababa de conocer a Saly, como empece a llamarle de cariño, pero nos comportabamos como si nos conociéramos de toda la vida a tal punto que hasta mote le puse. 

-Mi abuela me contó que me pusieron Salustia porque mi madre y padre jugaron piedra papel o tijeras para ver quien elegía mi nombre. Gano mi padre y el jamás ha tenido buen gusto.- 

Pasamos toda la tarde juntas hasta el anochecer, reí tanto que el estomago comenzó a dolerme. 

Sí, sin duda amaba a Isla Paradiso y su gente.


También amaba mi nuevo trabajo donde no sólo yo establecía mi horario y era mi propia jefa, sino disfrutaba de los bellos paisajes que me regalaba la Isla.  


-¡Oh! ¡Un pez dorado!- exclame emocionada.

Cada día era mejor que otro. 

*~*

Hasta aquí el capitulo dos de este Legacy que me esta gustando mucho, Isla Paradiso es hermoso y puedo sacar capturas hermosas >< aunque aún me falta. 

En mi partida ya hay segunda generación así que me tengo que apurar ya que me dije que no voy a jugarla hasta que no vaya a la par. 

En fin, nos vemos en el siguiente capitulo~








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